viernes, 14 de noviembre de 2008

Hola nos encontramos acá, esta vez en este espacio, para leernos y escucharnos, con una de nuestras tantas voces, seguramente estos temas hilaran con otros, más lejanos, más cercanos, pero sin dejar los que más nos inquietan: la vida, el amor, la creación, la soledad, la muerte.
Tal vez, estoy proponiendo que mediante un mecanismo tan sencillo como el de la palabra nos reencontremos para exorcisar fantasmas, decapitarlos si es preciso, alejar todo aquello que como representación circula y hace política en el cuerpo, dejándolo ausente de deseo.
Porque estoy pensando al paso de los años.... qué nos pasa?
Propongo prepararnos para otro extenso viaje, de caminos difusos, entrecortados, temidos, con la estrategia de otras magias, distintas, diferentes, que anclen con otras y nuevas pasiones, como eslabón de antiguos ecos, pero también naciendo de entre la resquebrajadura del tiempo.
Quizás podamos empezar a alertar, a hacer dudar de todos los discursos, biológicos, psicológicos, sociales, y comenzar a decir que todo aquello que está vivo, mientras está vivo, demanda.
Y que lo tan racional y experimentado es el misterio.
Lo cierto es que la pregunta del paso del tiempo nos arrincona frente al espejo, cuando olvidamos una respuesta, un nombre, que quizas devenga de un sabor amargo, o cuando medimos esa vertiginosidad como chicos asustados que no comprenden las cuentas.
También para los jóvenes es un impensable, esto de pensarse entrado en años, viejo, como para los que estamos transitando las medianías: un lugar temido por lo ignorado y fantaseado.
Lo cierto es que pareciera que la vejez tiene otra mirada que nos enseña a repensarnos, y esa escrudiñación del viaje nos tienta a afirmar que tal vez sea tan deseante como éste, sí, con muchas más fotos, más recuerdos, con tanta sangre viva como la de este estar aquí conmovido, sólo que seguramente más instalados en las sienes del tiempo como si fuese un tránsito más racional, más experimentado, pero no por eso despojado de pasión.
Cada uno lleva en sí un modelo de envejecimiento, lleva a sus viejos queridos, piensa, recrea, resignifica esas formas que tallaron también las formas de la vida, y nos dejaron en nuestra piel, esas identificaciones en el amar, en el luchar, y en el crearle sentido a la vida.
La cuestión podría ser cuestionar algunos modelos vigentes, su razón de ser, su para qué, que posicionan a los viejos en ese lugar tan temido, tan poco deseado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dejo un pedacito de la sinopsis de 'Elsa y Fred' comedia dramática dirigida por Marcos Carnevale,la verdad, súper recomendable,un film ideal para abatir,justamente, todo tipo de prejuicios,los cuales se tienen lamentablemente, de manera habitual hacia la tercera edad.

...Elsa tiene 82 años, de los cuales 60 vivió soñando un momento que ya había sido soñado por Fellini, la escena de La Dolce Vita en la Fontana di Trevi. Alfredo es un poco más joven que ella y siempre fue un hombre de bien que cumplió con su deber. Al quedar viudo, desconcertado y angustiado por la ausencia de su mujer, su hija lo convence para mudarse a un departamento más pequeño. Allí conoce a su vecina, Elsa. A partir de ese momento, todo se transforma. Ella irrumpe en su vida como un torbellino dispuesta a demostrarle que el tiempo que le queda de vida es precioso y puede disfrutarlo como le plazca. Alfredo se deja llevar por el vértigo de Elsa, por su juventud, su intrepidez y por su hermosa locura, aprendiendo una manera diferente de vivir...

Salú.

Constanza Muriel

Anónimo dijo...

de la mano de China Zorrilla, por supuesto...la verdad que no se puede esperar menos.


ahora si me despido con todo el glamour de siempre

azuldetalo dijo...

A veces pienso en la sorprendente lenttud de los ancianos, una lentitud hecha de ritmos diferenciados,fibrada, de la que no se ausentan súbitas acelereciones, giros, vértigos casi imperceptibles...
Ocurre que hay una lentitud que envuelve todo eso, que lo baña o tiñe con su coloratura.
¿ Y porqué sería importante la lentitud?
Sencillamente porque DA tiempo, en una época de velocidades infinitas y tiempos virtuales,la lentitud es el tempo que permite crear y sostener vínculos, que es todo lo contrario de establecer contacto.
Caminemos al paso del más lento...