domingo, 7 de octubre de 2012

EL SÍNDROME DEL ABUELO ESCLAVO

Ante la sobrecarga de responsabilidades, es aconsejable buscar ayuda. Los abuelos que crían a sus nietos dan generosamente su amor, tiempo y recursos. Pero el estrés y las demandas de tomar el papel de padres pueden afectar su salud física y mental. Por Laura Vázquez En EEUU, más de 6 millones de niños son criados en hogares encabezados por abuelos, y 2,5 millones viven con ellos sin la presencia de los padres. Y aunque criar a un nieto da muchas satisfacciones, si no se ponen límites se corre el riesgo de caer en el síndrome del “abuelo esclavo”. En una sociedad cada vez más individualista, una de las cosas buenas es que los abuelos y las abuelas que crían a sus nietos han recuperado un cierto protagonismo en el seno familiar. “Esto es saludable para los niños, porque les permite aprender el concepto de evolución y continuidad de la familia. Al mismo tiempo, mejora su afectividad y sus conocimientos sobre su procedencia”, explica la psicóloga española María Elena Álvarez, fundadora de talleres especiales para la tercera edad. Por otro lado, agrega la especialista, “ante esta situación, los abuelos comparten responsabilidades de su entorno más cercano, evitando quedar segregados por falta de actividad”. Lamentablemente, no todo es color de rosa. En muchas ocasiones los abuelos tienen que encargarse de estos niños porque los padres no están presentes por abandono, embarazos no deseados o divorcio. Según las estadísticas, en EEUU 2,4 millones de abuelos reportan que son los responsables de los nietos que viven con ellos, el 17% son de familias hispanas. Y un dato sobresaliente: del total de abuelos encargados permanentemente de la crianza de sus nietos, el 19% vive en la pobreza. Esta sobrecarga de responsabilidad ayuda a que se presente el síndrome del “abuelo esclavo”. “El estrés y las demandas de criar a un nieto parecen afectar tanto la salud mental como la física. De hecho, la incidencia de depresión, diabetes, alta presión sanguínea e insomnio es mayor entre los abuelos que cuidan a sus nietos”, señala la Dra. Prado. “Tomar el papel de padres a una edad más avanzada agrega tensión y trastorna significativamente los planes de vida del tutor”. Los abuelos que crían a sus nietos dan generosamente su amor, tiempo y recursos. Ayudan a mantener intactas a las familias y se convierten en una fuerza estabilizadora para los niños, cuyas vidas están a menudo llenas de dudas. Por eso es aconsejable que ellos también busquen ayuda. Fuente: Tiempos del mundo – Ago /2006

sábado, 14 de abril de 2012

El Riesgo de Vivir y el Fondo Monetario



Pierre Bourdieu señalaba que “ la esencia del neoliberalismo es un programa de destrucción de las estructuras colectivas cuando éstas pueden convertirse en un obstáculo para el avance de la lógica del mercado puro”.
Que vivir puede sentirse como una turbulencia, como un caos que requiere de cierta estabilidad mental, física, social, hace mucho tiempo que lo sabemos, sobre todo cuando de vivir se trata y no de durar, pero lo que resulta llamativo es  el afán de determinados organismos internacionales en la puntuación que hacen de esta secuencia de hechos y acontecimientos llamada vida.
Cierta palabra que aparece como del orden de una sentencia "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado es un tema que exige más atención y que ha sido subestimado". Debido a esto el FMI llama a elevar la edad de la jubilación, más otra serie de medidas “humanitarias” para contrarrestar los costos que sobrevendrían producto del envejecimiento mundial.Nos preguntamos ¿cuáles costos? Si bien la esperanza de vida se ha incrementado, por lo que hay cada vez más adultas y adultos mayores que viven de su jubilación, sería oportuno remarcar que, en la mayoría de los casos, es miserable. Pero, en síntesis: Las recetas del Fondo nunca varían en los ingredientes: siempre menos vida.
La estabilidad financiera global nos enteramos que está en riesgo… y una de las causas principales pareciera que es esta costumbre de la gente de seguir viviendo. “Si el promedio de vida aumentara para 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costos de envejecimiento crecerían un 50% en las economías desarrolladas, advierte el documento, que analiza los riesgos financieros relacionados con el aumento de la esperanza de vida global. Ese aumento se reduce al 25% en las economías emergentes”.
 Demás está expresar que estas cifras ocultan que la esperanza de vida varía en distinta forma en función de las desigualdades sociales, de la estratificación social, y también por la calidad de vida.
Sin embargo, advierten que estas medidas deberán tomarse con excesiva urgencia, porque está en riesgo la estabilidad financiera -debido a esta voluntad exacerbada de vivir más de lo debido-. Y esto habría que achacárselo también a la ciencia, o, ¿acaso podemos negar de que hay un orden social previo capaz de determinar la vida?. Pero la cuestión aquí es simplificar lo complejo: hablamos de un sector de adultos mayores, a los que no les será indoloro este pasaje, o mejor dicho esta continuidad, esta prolongación no querida o deseada, como otras tantas cosas.

 A no tener entonces, angustia existencial, están los que siempre quieren pensar por todos, quizás la medida apunta a que los adultos mayores no sientan desvalimiento alguno, ni se angustien por pormenores de índole cualquiera, para qué el tiempo libre, el ocio, la planificación o no de los años venideros, otra lógica impera, a trabajar entonces… además parece que ya todos los jóvenes tienen capacidad plena, y condiciones dignas de trabajo, de ahí la importancia de llamar a los viejos.
Casi como si se impartiera  cierta instrucción paradójica porque la cuestión se trata de prolongar la vida laboral de los viejos hasta la muerte o tal vez, de última, morirse a tiempo.
Aunque siempre sea una codicia de proporciones inimaginables hablar de la vida, de la muerte en términos estadísticos, casi  una osadía de la razón, que estos señores del fondo, han olvidado.