miércoles, 26 de mayo de 2010

Reflexiones sobre el adulto mayor y su acompañamiento.

Fuente
PASTORAL DE LA SALUD.
DR. ADELAIDO URIBE FLORES.
TEPIC,NAYARIT ,MEXICO.


EL ADULTO MAYOR Y SU ACOMPAÑAMIENTO
Debo tomar conciencia del miedo de que hiciera lo que hiciera, quisiera lo que quisiera, pensara lo que pensara, me estoy haciendo viejo. Llegan las preguntas de: ¿que va a ser de mí o qué va a pasar el día de mañana o el día de hoy o de qué manera voy a vivir o sobrevivir, con qué o con quién voy a contar…?
Llegado el momento, a los 65 años, veo cuantas cosas dejé de lado, lo que mis abuelos o mis ancestros no hicieron, ellos crecieron unidos, apoyados por los hijos y los nietos, no debieron preocuparse por la situación que les esperaba en la tercera edad, era otra estructura familiar, eran otros tiempos.

Existe el miedo a lo desconocido, a la tercera edad o vejez, qué pasa en todos los aspectos vitales más simples como conservar la salud, el trabajo, la economía, la jubilación, el deterioro progresivo, la enfermedad y muerte.
Una de las metas sería llegar a viejo con lucidez y un estado que no cause perturbaciones a nadie y mucho menos a la familia.
Una vejez exitosa, una vejez de excelencia, una vejez útil suena padrisimo, pero para saber tengo que conocer también la otra cara de la moneda.

Tengo presente siempre a mis abuelas no porque lloraban o tenían diabetes, sino por todas las cosas que hacían, por todo lo que sabían, lo que platicaban, lo que contaban, de cómo vivían, comían, disfrutaban, vacilaban; toda su visión limpia y optimista, saludable y envidiable de la ancianidad.
Si es que vamos a vivir más tiempo, también vamos a tener que saber cómo vivir en salud los últimos años de la vida, como conservar lo que nos queda por conservar, cómo rescatar lo rescatable, como seguir siendo productivos, cómo seguir integrados a un grupo humano llamado familia, o a la pareja, cómo no ser una carga para los demás, para nuestros hijos o familiares, cómo no sentirnos un estorbo o una lacra, cómo no marginarnos y seguir siendo parte de la colectividad humana.
Hay toda una industria millonaria que promete combatir las huellas del paso del tiempo. Se sobrevalora la estética del cuerpo físico y promueve una actitud negativa al envejecimiento.
En el pasado se apreciaba en el anciano valores como la experiencia, la transmisión de tradiciones, su sabiduría y se le escuchaba, hoy ha quedado relegado.
Hoy el anciano es víctima de la soledad y el abandono, la pobreza y el maltrato, son estorbos e incómodos, no se les deja expresar sus sentimientos.
El culto a la belleza, el dinero, el éxito y el poder margina también a los ancianos, que hace se sientan rechazados.
En unas décadas más, las personas de 60 y más años se cuadriplicará en el mundo, pasando de 606 millones a 2000 millones en el 2050. Los ancianos serán el cambio demográfico más significativo de la historia, quienes tendrán necesidades de salud, económicas y materiales muy específicas.
La gerontología tiene un doble objetivo: buscar la prolongación de la vida retardando la muerte y mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
En México se estima que el 10% de la población son ancianos, que para el 2050 será el 25%, urgen políticas públicas para atender este cambio poblacional.
LOS ANCIANOS NO SOLO QUIEREN SER ENTRETENIDOS, DESEAN SER UTILES. LO QUE HAGAMOS POR LOS ANCIANOS DE HOY REPERCUTIRA SOBRE LOS VIEJOS QUE SEREMOS NOSOTROS.
No olvidemos que los adultos mayores son víctimas de violencia: desde comentarios denigrantes, aislamientos, dejarlos sin comer, encerrarlos y golpearlos.
Generalmente, el anciano es cuidado en su propia casa por una mujer, que además, realiza las tareas domésticas y sale a trabajar. Sin embargo, encontramos varones que tambien realizan esta tarea.
Generalmente el cuidado de un adulto mayor con una discapacidad es algo que inicia repentinamente: una caída, un cáncer; son eventos que cambian la vida de un hogar completamente.
Se requieren cuidados especiales y no se estaba preparado ni prevenido. En los enfermos en que el deterioro es paulatino, más o menos se va adaptando de la situación día con día; sin embargo quien tiene que auxiliar al anciano no está informado, ni tiene conocimientos para hacerlo.
La ignorancia hace que el trabajo sea doblemente difícil, los cuidadores experimentan estrés, cuantas más horas dedican a atender al anciano más altos son los niveles de estrés, contagiando también al enfermo; se caen un circulo vicioso que afecta a toda la familia.
Se trata de que los cuidados al adulto mayor le ayuden a mejorar su calidad de vida, sin deteriorar la propia y ni la de la familia.
El alivio del sufrimiento y la búsqueda del mayor bienestar posible, deben ser el objetivo primordial de los cuidadores de un anciano.
Para cada caso se presentan deferentes problemáticas, dependiendo de las discapacidades del enfermo; existiendo procedimientos adecuados que debe conocer el cuidador.
El cuidado adecuado no sólo debe vigilar los aspectos físicos, no sólo se trata de darle el medicamento, alimentarlo, bañarlo, cambiarle los pañales. La atención debe ser integral para conseguir un significativo alivio del sufrimiento; debe considerar entonces los aspectos físico, emocional, social y espiritual de la persona enferma.
Lo anterior, significa que además de tratar los síntomas físicos, como el dolor o la dificultad para moverse debe atenderlo también emocionalmente, ayudándole a manejar sus sentimientos y permitirle expresar sus dudas y temores. Es necesario facilitarle el mejor entorno posible y tener sensibilidad y respeto, hacia sus necesidades espirituales durante el proceso de la enfermedad y finalmente el de la muerte.
El cuidador tiene que aprender como realizar ciertas actividades y acciones terapéuticas; también necesitará saber como enfrentar situaciones como el aislamiento social, variaciones en el estado de ánimo o el avance del deterioro. Hay que replantear toda la rutina y ritmo de vida de un hogar.
Un buen cuidador encuentra gran satisfacción en el acto de dar, han descubierto que dar y recibir son lo mismo, que no esperan nada a cambio. Requiere mucha energía y fortaleza emocional.
El agotamiento y la depresión de los cuidadores familiares puede tener consecuencias graves. El estrés crónico desgasta las defensas del cuerpo y pone en peligro al sistema inmunológico, llevando a la hipertensión arterial, úlcera, dolor de espalda, migraña y hasta el infarto.
La salud física y emocional de un cuidador es fundamental y no debe desatenderse; debe hacer todo lo posible para mantenerse sano. Debe contar con una red social de apoyo.
El cuidador debe tener relevos que le permita tener tiempo para sí mismo y reposar. Sí es necesario que busque un grupo de autoayuda, en que pueda desahogarse junto con otros que están en la misma situación.
El cuidador debe hacer actividad física y cuidar su alimentación, puede aprender a realizar respiración profunda para evitar que se acumule el estrés.
En el enfermo habrá que cuidar la autoestima y la soledad; habrá que rodearlo de sus fotos preferidas, sus muebles, libros, su música, sus nietos, sus imágenes religiosas.




"Saber envejecer es una obra maestra de la sabiduría y una de las partes más difíciles del gran arte de vivir".

Henri Frederic Amiel
Del álbum:
Wall Photos de LETRAS CON CONCIENCIA
de Héctor Guillermo Rodriguez Baraja