miércoles, 4 de febrero de 2009

Desafío a la vejez. Gioconda Belli


Cuando yo llegue a vieja
-si es que llego-
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules
en profundas ojeras
y suelte mi blanca cabellera
para dormirme temprano
-como corresponde-.
Cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso de muchos inviernos.
Sé que todavía mi corazón
estará rebelde -tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludaran
mis mañanas.