viernes, 12 de febrero de 2016


jueves, 16 de julio de 2015


lunes, 13 de julio de 2015



Existen diversas lógicas para pensar la realidad, desde una óptica dominante se sostiene un discurso único y biologizante acerca del envejecer, entendido como fundamento tecno-científico de su definición. Es nuestro deseo no ignorar los procesos biopsicosociales que dan cuenta de la complejidad de esta etapa existencial.
Invitamos a pensar un sujeto envejeciente desde la potencia, alejado del reduccionismo que intenta someterlo a leyes o principios ineluctables. 



domingo, 1 de junio de 2014

lunes, 5 de mayo de 2014

El goce de lo errático

Ciertos legados, ciertas personas, especialmente dotados de una riqueza que dejan marca, nos dan la posibilidad de pensar y sentir la diferencia entre el tiempo y la temporalidad.
Algunos seres se caracterizan por sostener un pensamiento que no se paraliza con la lucidez ni se enmudece con respecto a pensarse en su extrema posibilidad; un pensamiento que trabaja afanosamente sobre lo latente hasta incluso adelantarse por los sinuosos caminos del misterio, de las razones científicas más absolutas, o de la fe, cuestiones todas con las que advenimos,como este cuerpo y este ropaje que nos da la vida.
Rebeldes a las marcas del malestar de la cultura que posicionan al sujeto en un lugar más amenazado que deseante, provocan rebeliones conjeturales que imprimen una nueva faz a ese saber inamovible, sacralizado por el sujeto, por su familia o la sociedad en que vive.
Estos seres es cierto que emergen de un contexto, son portavoces que han rozado la perplejidad, quizás por determinadas razones internas o acontecimientos externos hayan buceado hasta lo más profundo, pero es justamente esa superación del caos, lo que ha producido esta novedosa conjunción de ese ser con el mundo.
Y ese pensarse como un no estar en el mundo,paradójicamente, ha cristalizado esa perplejidad, ha facilitado la discriminación, el avance a un nuevo conocimiento, o estructura, bastión de una nueva tarea y faro que previene contra las tempestades, o advierte lo que subyace.
El vivir entonces se convierte en la apuesta a un desafío constante, donde a éste no le queda otra cosa que esto: vivir.
Y estas conjeturas - juntar ideas para arrojarlas en montón, en dirección más bien errática-, conllevan el sentido de realizar esta diferenciación entre el tiempo vivido como algo cronológico de relojes y fechas, de bolsillo o como este otro, que es más parecido a nuestro inconsciente,intemporal, casi como el tiempo cósmico.
Modalidad especial de vivenciar que comienza en los seres que se implican con la vida, con los otros seres y el mundo, donde existen ciertos saberes mas o menos con carácter de absoluto que se van adquiriendo por el camino de las teorías, de las prácticas, pero en el que aparece siempre el cuidarse de cierta comodidad que pueda conllevar la amenaza de un presente y un futuro demasiado estacionario.
Ese alejarse del equilibrio, transitado por una incesante actividad asociada a proyectos, a indagar por caminos que son realmente rebeldes, libertarios, revelados, es lo que les permite la realización y la invención de nuevos sueños.
Hijos cercanos, predilectos de una creatividad imperiosa, rabiosa, casi de genes obsesivos.

Pichón decía: Larga es la vida como largo es el proyecto, aquí hace referencia a otra dimensión que no está ceñida al tiempo cronometrado, tal vez debido a que se haya formulado que el tiempo era El.Que haya pensado el Dasein, el Ser y el Tiempo, y se haya respondido no acerca de qué era el tiempo, sino quién era.
Francoise Dolto por su parte decía: 
uno se muere cuando ha terminado de vivir.La carta de los derechos del niño no estaba aún terminada cuando la sorprendió la muerte, tenía 80 años.
Fernando Ulloa, tenía la certeza de que la muerte al ser humano debía atraparlo vivo;
Cómo morir felices
es la pregunta que como contrapunto, formula Albert Camus, en un contexto donde se delimita, en su novela la noción del bien vivir -en el sentido de una calidad de vida-
No quería morir como un enfermo... no quería que la enfermedad fuese lo que suele ser, una atenuación y una especie de transición hacia la muerte. Lo que quería, todavía inconscientemente, era el encuentro de su vida, rebosante de sangre y salud, con la muerte. Y no la simultaneidad de la muerte con lo que ya estaba casi muerto... Esa muerte que él había mirado con el enloquecimiento de un animal; comprendía que tener miedo significaba tener miedo de la vida. El miedo a morir justificaba un apego sin límites a lo que está vivo en el hombre
.
Además, Ulloa, pensaba en un tiempo que corría y daba saltos y era a su vez recorrido por el pensamiento; Un salto mismo en el vacío que configuraba una metáfora y abría el nivel de lo psíquico.
También los griegos pensaban que el tiempo es aquello en lo que se producen acontecimientos.
La vejez no tiene nada que ver con la edad cronológica. Es un estado de espíritu, no estacionario, en constante movilidad y cambio. Es verdad que la mayoría quisiera dejar para después, para lo más tarde posible, la renuncia a lo que fuimos. No decimos, para dentro de 10 años, decimos lo más tarde posible, tiempo no mensurable.
Un anciano jamás se siente un anciano comprendo por otros lo que implica la vejez en aquel que la mira desde afuera, pero yo no siento mi vejez
, Sartre, también nos remite a Lacan, el problema del deseo es algo que el hombre tiene que situar, encontrar, a lo largo de toda su vida, y con gran frecuencia a sus expensas.


domingo, 13 de abril de 2014


domingo, 7 de octubre de 2012

EL SÍNDROME DEL ABUELO ESCLAVO

Ante la sobrecarga de responsabilidades, es aconsejable buscar ayuda. Los abuelos que crían a sus nietos dan generosamente su amor, tiempo y recursos. Pero el estrés y las demandas de tomar el papel de padres pueden afectar su salud física y mental. Por Laura Vázquez En EEUU, más de 6 millones de niños son criados en hogares encabezados por abuelos, y 2,5 millones viven con ellos sin la presencia de los padres. Y aunque criar a un nieto da muchas satisfacciones, si no se ponen límites se corre el riesgo de caer en el síndrome del “abuelo esclavo”. En una sociedad cada vez más individualista, una de las cosas buenas es que los abuelos y las abuelas que crían a sus nietos han recuperado un cierto protagonismo en el seno familiar. “Esto es saludable para los niños, porque les permite aprender el concepto de evolución y continuidad de la familia. Al mismo tiempo, mejora su afectividad y sus conocimientos sobre su procedencia”, explica la psicóloga española María Elena Álvarez, fundadora de talleres especiales para la tercera edad. Por otro lado, agrega la especialista, “ante esta situación, los abuelos comparten responsabilidades de su entorno más cercano, evitando quedar segregados por falta de actividad”. Lamentablemente, no todo es color de rosa. En muchas ocasiones los abuelos tienen que encargarse de estos niños porque los padres no están presentes por abandono, embarazos no deseados o divorcio. Según las estadísticas, en EEUU 2,4 millones de abuelos reportan que son los responsables de los nietos que viven con ellos, el 17% son de familias hispanas. Y un dato sobresaliente: del total de abuelos encargados permanentemente de la crianza de sus nietos, el 19% vive en la pobreza. Esta sobrecarga de responsabilidad ayuda a que se presente el síndrome del “abuelo esclavo”. “El estrés y las demandas de criar a un nieto parecen afectar tanto la salud mental como la física. De hecho, la incidencia de depresión, diabetes, alta presión sanguínea e insomnio es mayor entre los abuelos que cuidan a sus nietos”, señala la Dra. Prado. “Tomar el papel de padres a una edad más avanzada agrega tensión y trastorna significativamente los planes de vida del tutor”. Los abuelos que crían a sus nietos dan generosamente su amor, tiempo y recursos. Ayudan a mantener intactas a las familias y se convierten en una fuerza estabilizadora para los niños, cuyas vidas están a menudo llenas de dudas. Por eso es aconsejable que ellos también busquen ayuda. Fuente: Tiempos del mundo – Ago /2006