domingo, 11 de diciembre de 2011
jueves, 7 de julio de 2011
Maltrato a los adultos mayores
El acto se llevó a cabo porque el 15 de junio, Día Internacional de la toma de conciencia sobre el abuso y el maltrato en la vejez, por el mal tiempo no se pudo concretar. Por otra parte, trabajó en su organización el Consejo Consultivo Municipal de Adultos Mayores.
En diálogo con LA VOZ, Valeria Calvo, trabajadora social del área de la tercera edad del municipio, explicó que “el objetivo del encuentro es crear una conciencia social y política de la existencia del maltrato y abuso producido a las personas de edad, junto con la idea de que es algo inaceptable, que presenta múltiples formas y que puede ser prevenido”.
En nuestra ciudad, al igual que en muchas ciudades del país, los casos de geriátricos clausurados por funcionar en malas condiciones; de ancianos engañados, robados y golpeados; las publicidades agresivas hacia el sector; son algunas de las monedas más corrientes que hacen del abuso y la violencia que sufren los adultos mayores una situación que reclama la atención de la sociedad.
Se indicó que desde el Derecho puede dilucidarse que los distintos tipos de abuso y maltrato se producen en función del contexto que vive cada anciano. Así, por ejemplo, puede establecerse una diferenciación entre el abuso y el maltrato en el marco familiar, dentro de las instituciones o bien el que se produce a través de los medios de comunicación o incluso, desde la propia esfera estatal.
“Independientemente del ámbito en el que se realicen, se vincula con la discriminación, la falta de aceptación de la sociedad actual y de la cultura actual por la vejez. Todas estas situaciones tienen una raíz común, que deriva de las dificultades psicológicas, sociológicas y culturales de aceptar la última etapa de la vida, la decadencia física, aún cuando éstas sean normales, es decir, siempre que hablemos de una ancianidad sana”, señaló la entrevistada.
Calvo, añadió que el imaginario acerca de la vejez se torna difícil de aceptar dado que vivimos en una cultura que sostiene un paradigma juvenil de belleza y salud, asociado con el vigor y la productividad, incluso, un paradigma economicista de la vida que lleva a relacionar a la vejez con la inutilidad y el despojo. De esta raíz provendrían los diversos tipos de abuso y maltrato para los cuales “el Derecho aún no tiene herramientas suficientes de protección”.
Respecto a la situación familiar, se indicó que dicho entorno puede nombrarse como uno de los pocos ejemplos en los que se puede proteger a los ancianos, ya que cuenta con la ley de violencia familiar, aunque su especificidad para con el sector no está claramente definida. En esta ley no hay un claro abordaje de los ancianos, como sí los hay para las mujeres y los niños.
Extractado del diario La voz de Tandil.
Desde el Municipio se indicó que las situaciones más frecuentes de violencia dentro de la familia dan lugar a la aplicación de esta ley. Para su puesta en marcha es necesario realizar una denuncia ante cualquier juez de los tribunales provinciales, el cual queda habilitado inmediatamente para tomar estado de la situación, recibir pruebas y ordenar la situación de separación de la persona victimaria del abusador respecto del anciano, en función de la gravedad de la violencia.
Se sostuvo que “en el plano de las instituciones, fundamentalmente en materia de geriátricos, los juzgados son un poco remisos a la aplicación de la ley de violencia familiar, con lo cual la introducción de la mano del poder judicial en este ámbito implica una serie de restricciones para el ejercicio de ciertos derechos que son normales dentro de una empresa que se dedica a los geriátricos”.
Publicación del Diario LA VOZ de Tandil.
domingo, 17 de abril de 2011
Los ancianos, susceptibles al abuso y el maltrato
Un estudio realizado por la Cátedra de la Medicina Geriátrica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina, liderado por el especialista y profesor Alcides Arrabal Amato determinó que el 89% de los ancianos sufre algún tipo de maltrato
Los resultados fueron presentados en una conferencia sobre prevención de abusos a los adultos mayores en el marco del Sexto Congreso Latinoamericano y del Caribe organizado por la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría, en el año de su 60° Aniversario.
La investigación, pensada en un comienzo para 10 ancianos llegó a evaluar a 100 para lograr una muestra más expansiva. Entre sus conclusiones centrales están que los principales “victimarios” en el marco familiar son los hijos y que el 87% de este tipo de abusos no se denuncia.
Según especificó Arrabal Amato, “la situación de los viejos se asemeja a la de los niños maltratados”, ya que “se deben buscar los indicios de violencia, porque la víctima no siempre los manifiesta verbalmente”.
En el trabajo realizado por su equipo, el 89% de estos abusos pudo comprobarse mediante evidencias, mientras que el 11% no, ya que los maltratos se trataban de amenazas o insultos.
Si bien los médicos pueden realizar denuncias ante estas situaciones, sólo un 13% de los casos fueron notificados, según se expresó en la muestra.
Por otra parte, dentro de la familia los principales victimarios son los hijos (70%), mientras que el otro 30% se reparte entre otros miembros. Arrabal Amato indicó que “los concubinos son los menos maltratadores, con una representación de sólo un 2%, por lo que convivir con otro adulto mayor resulta sumamente beneficioso para este grupo”.
Según reveló el sondeo, el principal factor de riesgo para sufrir abusos en la tercera edad es ser mujer, viuda y vivir con la familia. La tendencia ocurre “porque la esperanza de vida es más alta en el género femenino y porque la mujer de por sí es más maltratada que el hombre”, sostuvo a DocSalud.com el Dr. Guillermo Che Kenny, geriatra, forense y presidente de AGENOR (Asociación de Geriatría de Zona Norte), quien también participó de la conferencia..
Incluso, según cifras presentadas en la disertación, las adultas de 60 a 74 años representan el 4% del total de las mujeres agredidas, mientras que las mayores de 74 años, un 2%.
Maltratos: ¿cuáles son y cómo prevenirlos?
Che Kenny, quien también integra el Proyecto Millenium de las Naciones Unidas, indicó que los maltratos más típicos son los de tipo psicológico, relacionados con la discriminación y con “quitarle a los ancianos su lugar en la vida”. Esta clase de faltas pueden causar autoviolencia (hasta llegar al suicidio del adulto mayor) además de depresión, que baja las defensas y vuelve a las víctimas vulnerables ante otras patologías
También están los maltratos físicos, económicos, el abandono de persona, la negligencia y hasta incluso, abusos sexuales y sociales. A su vez, las personas en la tercera edad son susceptibles a sufrir delitos como “estafas y disputas por una herencia”, ambas capaces de dejarlos en la calle.
Si bien el artículo 266 del Código Civil brega por el respeto a los ancianos y dentro del Código Penal se estipulan penas de cárcel frente al abandono de persona (artículo 106) y las internaciones compulsivas (artículo 141), las faltas más preocupantes según Che Kenny son los que él mismo denomina “delitos no tipificados”, que se “producen todos los días y no existe ninguna ley que les imponga un castigo”.
Entre estos delitos,están la irracionalidad, la falta de compasión, el abuso de poder, la maldad y la corrupción, “que ocasionan daño y que son difíciles de prevenir”, afirmó.
Si un anciano sufre maltratos por parte de la familia o de un cuidador, los médicos interactúan con la policía, quienes toman la denuncia y después determinan que la víctima sea revisada por un médico forense. Luego intervienen equipos de criminalística, sociología y psicología.
Sin embargo, según expresa Che Kenny, “lo grave es que la mejor solución que podemos dar desde la ley es trasladar a un anciano de su hogar o institución geriátrica, o sacar a un cuidador de su cargo”. Pero esta solución, según indica el experto “es momentánea, parcial”.
Para explicar su punto de vista, el médico geriatra comparó la situación con la de un ladrón: “si se lo mete preso, evitamos que siga robando, pero no que deje de ser un delincuente; sólo resolveremos el problema cuando el ladrón entienda que no debe robar”.
Por lo que el presidente de AGENOR propone otra solución: inculcar a los chicos de escuelas primarias el amor hacia los ancianos. “Desde la asociación estamos gestionando charlas con los colegios ya que la niñez es la etapa donde las personas se forman”, indicó.
El enfoque, según especificó el médico, debe ser “de abajo hacia arriba”, para que los hombres del futuro respeten a sus padres cuando lleguen a viejos. “Es vital volver a educar a nuestros chicos y enseñarles que la vida no es dinero ni lujo; inculcarles que un padre o una madre vale más que un auto de carreras y que necesitan cuidados y atención”, concluyó.
Se agradece a RadioCataratas.com